martes, 10 de septiembre de 2013

San Benito y el poder protector de su medalla




San Benito de Abad fue un monje benedictino del año 540 después de Cristo. Se le considera el iniciador y propiciador de los monasterios tanto de claustros como de basílicas en Occidente. Es el autor de la regla benedictina que constituye un conjunto de pautas y consejos a los monjes del monasterio sobre los horarios de oración, el trabajo, el estudio, la vida doméstica y la relación jerárquica e interpersonal entre los monjes, dentro del claustro. Se considera a San Benito como protector, entre varias otras cosas, de las picaduras de insectos, venenos, fiebre, enfermedades y tentaciones en general. Son conocidas las historias en las que enemigos de San Benito intentan envenenarlo: primero con una copa de vino de la que sale una serpiente al hacer la señal de la cruz, y luego con un pedazo de pan envenenado que se lo llevó un cuervo.

Aunque no se sabe a ciencia cierta en que año se manufacturó la medalla de San Benito por primera vez, se sabe que a partir del año 1647 se fue difundiendo, cuando unas hechiceras mencionaron no poder dañar la Abadía de Metten ya que en su interior se encontraron pinturas que representaban una cruz con las iniciales que están ahora en la medalla de San Benito. Dichas iniciales no se pudieron descrifrar hasta tiempo después por uno de los manuscritos de San Benito que tenía una oración compuesta por palabras con todas las iniciales.

Desde entonces se emplea la medalla como medio de gran protección. Por un lado muestra la cruz de Cristo y por otro la imagen de San Benito. Aunque hay que recordar que esta medalla, como otros elementos aceptados por la Iglesia Católica, son sacramentales. Es decir, que no es la medalla en sí la que tiene el poder de la protección,  sino que ese poder viene de Cristo, y la medalla es el medio que lo propaga.

Se dice que la medalla tiene la fuerza exorcizante de la cruz de Cristo lo que la hace extraordinadiamente eficaz contra el demonio y todas sus manifestaciones: enfermedades, maleficios de todo tipo, picaduras, así como protección de animales domésticos y vehículos.

En la medalla se pueden distinguir las siguientes combinaciones de letras:

C.S.P.B. "Esta es la Santa Cruz del Padre Benito".
C.S.S.M.I. "Que la Santa Cruz sea mi luz".
N.D.S.M.D. "Que el dragón no sea mi guía".

En el círculo comenzando arriba por la derecha:

V.R.S. "Apártate Satanás"
N.S.M.V. "No me atraigas tus mentiras"
S.M.Q.L. "La bebida que ofreces es el mal"
I.V.B. "Trágate tu mismo tus venenos"

En la actualidad, la medalla de San Benito está en rosarios, crucifijos, en las casa, autos y hasta en los cimientos de los edificios. 


martes, 3 de septiembre de 2013

Como enseñar (e incentivar) a los niños a rezar el rosario


 Rezar el rosario es una de las tradiciones más importantes del catolicismo, y aunque no se acostumbra a rezarlo en la misa, muchos católicos lo rezan muy a menudo incluso algunos a diario. ¿Pero cómo podemos enseñar a nuestros niños a rezar, de una forma que entiendan su sentido y no los agobie?

El primer lugar, enseñándoles a rezar de a pocos con otras oraciones o rezos más cortos. Como por ejemplo, el ángel de la guarda y las oraciones que se hacen antes de ingerir alimentos, o de noche antes de acostarse por ejemplo. Además de las oraciones habituales como lo son el Padre Nuestro, el Ave María y el Gloria. Como les decía el Ángel de la guarda, antes de la aparición de la Virgen en Portugal: "¡Rezad! ¡Rezad mucho!” Y seguir instiéndoles de forma amable, ya que hasta la Santísima Virgen tuvo que insistir en varias ocasiones a los pastorcitos que tengan la costumbre de rezar.

Para incentivarlos a rezar el rosario, se puede comenzar cantándolo con los niños. Se puede comprar una versión cantada del rosario para así seguirla y aprender el ritmo. Además si se reza entre varios, se puede alternar el líder por cada decena del rosario. Así además logramos que presten atención ya que estarán pendientes de cuando llega su turno.

Además hay que demostrarles cuánto nos importa que recen; lo importante que es esto. Por ejemplo la Virgen en su última aparición a los pastorcitos, lucía con un aspecto muy triste y decía "Que no se ofenda más a Dios Nuestro Señor, que ya es muy ofendido". Para ella era muy importante la oración. Demostrémosles a nuestros niños lo mucho que la oración nos importa. También está el sentido de la oración: enseñémosles a rezar con sentido. Enseñemosles los  Misterios Gozosos, los Misterios Luminosos, los Misterios Dolorosos y los Misterios Gloriosos, que narran la vida de Jesús; para que reflexionen acerca de ella y sepan el por qué están rezando.

Por último, recordémosles que el esfuerzo será premiado. La Santísima Virgen en sus apariciones en Portugal a los pastorcitos, les iba revelandolo qué podrían obtener si rezaban mucho. Entre algunas cosas estaban la vida eterna, la paz de los pueblos y hasta la curación física de enfemos. Nosotros desde nuestra posición, hagásmoles entender a los niños que los rezos si son con fe nos protegerán, nos harán acreedores del cielo, y podrán realizar milagros.