martes, 3 de septiembre de 2013

Como enseñar (e incentivar) a los niños a rezar el rosario


 Rezar el rosario es una de las tradiciones más importantes del catolicismo, y aunque no se acostumbra a rezarlo en la misa, muchos católicos lo rezan muy a menudo incluso algunos a diario. ¿Pero cómo podemos enseñar a nuestros niños a rezar, de una forma que entiendan su sentido y no los agobie?

El primer lugar, enseñándoles a rezar de a pocos con otras oraciones o rezos más cortos. Como por ejemplo, el ángel de la guarda y las oraciones que se hacen antes de ingerir alimentos, o de noche antes de acostarse por ejemplo. Además de las oraciones habituales como lo son el Padre Nuestro, el Ave María y el Gloria. Como les decía el Ángel de la guarda, antes de la aparición de la Virgen en Portugal: "¡Rezad! ¡Rezad mucho!” Y seguir instiéndoles de forma amable, ya que hasta la Santísima Virgen tuvo que insistir en varias ocasiones a los pastorcitos que tengan la costumbre de rezar.

Para incentivarlos a rezar el rosario, se puede comenzar cantándolo con los niños. Se puede comprar una versión cantada del rosario para así seguirla y aprender el ritmo. Además si se reza entre varios, se puede alternar el líder por cada decena del rosario. Así además logramos que presten atención ya que estarán pendientes de cuando llega su turno.

Además hay que demostrarles cuánto nos importa que recen; lo importante que es esto. Por ejemplo la Virgen en su última aparición a los pastorcitos, lucía con un aspecto muy triste y decía "Que no se ofenda más a Dios Nuestro Señor, que ya es muy ofendido". Para ella era muy importante la oración. Demostrémosles a nuestros niños lo mucho que la oración nos importa. También está el sentido de la oración: enseñémosles a rezar con sentido. Enseñemosles los  Misterios Gozosos, los Misterios Luminosos, los Misterios Dolorosos y los Misterios Gloriosos, que narran la vida de Jesús; para que reflexionen acerca de ella y sepan el por qué están rezando.

Por último, recordémosles que el esfuerzo será premiado. La Santísima Virgen en sus apariciones en Portugal a los pastorcitos, les iba revelandolo qué podrían obtener si rezaban mucho. Entre algunas cosas estaban la vida eterna, la paz de los pueblos y hasta la curación física de enfemos. Nosotros desde nuestra posición, hagásmoles entender a los niños que los rezos si son con fe nos protegerán, nos harán acreedores del cielo, y podrán realizar milagros.




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